Hola "corredores", seguro que habeis disfrutado de la Media de Getafe, pero seguro que no habeis tenido tanto entretenimiento je,je,je... Hoy he llegado con tiempo de calentar y recorrer antes el circuito de mi 5000 esperado cada año y las sensaciones eran perfectas pero...
Nada más darse el "chupinazo" los corredores enfilan la cortísima recta de salida buscando llegar a la curva en buena posición, ya que ésta es un berdadero embudo y claro, pasó lo que tenía que pasar, pero me pasó a mi...¡brrrr!
A las primeras de cambio una zancadilla fortuita da con mis huesos en el suelo y solo me da tiempo de poner los brazos para evitar males mayores y de ver como unos pocos centenares de corredores esquivan como pueden mi cuerpo y he de decir que milagrosamente, son pocos los que me pisan.
Pero esos pocos "Miuras" de la "Ganadería de los Salesianos de Castilla" aún me dieron lo mio con un par de pisotones en la espalda.
Allí estaba yo boca abajo y viendo de reojo como pasaban las piernas volando y rezando para que no hubiera cornadas.
Al paso de los primeros Miuras, esta vez llegan detrás los "Mansos" y ya entre ellos me puedo levantar y medio andando medio corriendo ir sintiendo como iva la carrocería: las piernas sin síntomas y por entonces solo un dolor en el pecho y las costillas me molestaba, pero decidí seguir, ¿somos o no somos?.
Tras las primeras y estrechas curvas, encaro el Parque de las cruces viendo ya muy de lejos la cabeza y al menos una concuentena de corredores por delante y decido disfrutar de la carrera a mi ritmo.
Los minutos, cuestas y km van pasando y no dejo de adelantar corredores, decidiendo regular ya que el pecho me deja respirar, pero de tranquilo con la molestia, nada.
Al paso de la primera vuelta al circuito, veo muy lejos a un escapado, pero no consigo ver mucho más y no se si quedan 10, 15, 20 ...corredores por delante. Voy objetivo a objetivo y por entonces este era mantenerme a rueda de dos vólidos que acababan de alcanzarme.
Pegado a ellos alcanzamos a tres más y seguimos solos, para posteriormente y ya entrando a relevar quedarnos solo dos en busca de cuatro corredores a unos 200 metros y ya a un km más o menos de meta.
Quierer es poder y entonces soy yo quién tira ya solo, poniendo metros de por medio y llegando a la "raaaaaaampa" de entrada al colegio a pocos metros de cazarlo, lástima que al final en el sprint lejos de conseguirlo, me pasara a mi el compañero de persecución.
Una carrera para recordar en la que siempre adelanté y un séptimo puesto en veteranos de más de 35 años que ya no esperaba y a quitarme la espinilla en doce meses y ya van tres espinillas, que esta carrera me debe varios atrasos.
Al terminar la carrera y pasada la adrenalina ya siento más molestias, en la rodilla derecha veo un moratón, el antebrazo derecho está magullado e hinchado, los nudillos de la mano izquierda como de acabar de jugarme el Mundial de Pesos Pesados sin guantes (por cierto que los guantes a la basura y eran el regalo...para mi cumple de la semana próxima ja,ja,ja...).
Siguen los daños y es que el pecho sigue magullado por la tarde y el Garmin aparece con el cristal roto y todo rozado, no se si el comprarlo con visa, la garantía en El corte Inglés...pudierten servír de algo, al menos la organización ( no se por qué me dió por preguntar ), parece que tenía un seguro que puede que me de alguna solución.
Al terminar la carrera aún quedaban fuerzas para irme hasta el Puente de la Culebra en la Casa de Campo y completar un entreno decente de fin de semana, elpróximo tapia que es más segura.
Al final ya sabeis, el vaso medio lleno y sigo entero para afrontar lo que me venga.
Nada más darse el "chupinazo" los corredores enfilan la cortísima recta de salida buscando llegar a la curva en buena posición, ya que ésta es un berdadero embudo y claro, pasó lo que tenía que pasar, pero me pasó a mi...¡brrrr!
A las primeras de cambio una zancadilla fortuita da con mis huesos en el suelo y solo me da tiempo de poner los brazos para evitar males mayores y de ver como unos pocos centenares de corredores esquivan como pueden mi cuerpo y he de decir que milagrosamente, son pocos los que me pisan.
Pero esos pocos "Miuras" de la "Ganadería de los Salesianos de Castilla" aún me dieron lo mio con un par de pisotones en la espalda.
Allí estaba yo boca abajo y viendo de reojo como pasaban las piernas volando y rezando para que no hubiera cornadas.
Al paso de los primeros Miuras, esta vez llegan detrás los "Mansos" y ya entre ellos me puedo levantar y medio andando medio corriendo ir sintiendo como iva la carrocería: las piernas sin síntomas y por entonces solo un dolor en el pecho y las costillas me molestaba, pero decidí seguir, ¿somos o no somos?.
Tras las primeras y estrechas curvas, encaro el Parque de las cruces viendo ya muy de lejos la cabeza y al menos una concuentena de corredores por delante y decido disfrutar de la carrera a mi ritmo.
Los minutos, cuestas y km van pasando y no dejo de adelantar corredores, decidiendo regular ya que el pecho me deja respirar, pero de tranquilo con la molestia, nada.
Al paso de la primera vuelta al circuito, veo muy lejos a un escapado, pero no consigo ver mucho más y no se si quedan 10, 15, 20 ...corredores por delante. Voy objetivo a objetivo y por entonces este era mantenerme a rueda de dos vólidos que acababan de alcanzarme.
Pegado a ellos alcanzamos a tres más y seguimos solos, para posteriormente y ya entrando a relevar quedarnos solo dos en busca de cuatro corredores a unos 200 metros y ya a un km más o menos de meta.
Quierer es poder y entonces soy yo quién tira ya solo, poniendo metros de por medio y llegando a la "raaaaaaampa" de entrada al colegio a pocos metros de cazarlo, lástima que al final en el sprint lejos de conseguirlo, me pasara a mi el compañero de persecución.
Una carrera para recordar en la que siempre adelanté y un séptimo puesto en veteranos de más de 35 años que ya no esperaba y a quitarme la espinilla en doce meses y ya van tres espinillas, que esta carrera me debe varios atrasos.
Al terminar la carrera y pasada la adrenalina ya siento más molestias, en la rodilla derecha veo un moratón, el antebrazo derecho está magullado e hinchado, los nudillos de la mano izquierda como de acabar de jugarme el Mundial de Pesos Pesados sin guantes (por cierto que los guantes a la basura y eran el regalo...para mi cumple de la semana próxima ja,ja,ja...).
Siguen los daños y es que el pecho sigue magullado por la tarde y el Garmin aparece con el cristal roto y todo rozado, no se si el comprarlo con visa, la garantía en El corte Inglés...pudierten servír de algo, al menos la organización ( no se por qué me dió por preguntar ), parece que tenía un seguro que puede que me de alguna solución.
Al terminar la carrera aún quedaban fuerzas para irme hasta el Puente de la Culebra en la Casa de Campo y completar un entreno decente de fin de semana, elpróximo tapia que es más segura.
Al final ya sabeis, el vaso medio lleno y sigo entero para afrontar lo que me venga.
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